El Caribe es bosque
extenso, espeso
peligroso en su naturaleza de culebrras,
jaguares, saínos, tucanes.
Los marinos vieron una pared, un murmullo verde,
pulmón a medio respirar.
El agua en el follaje resbala en silencio,
después de las palmeras vive un monstruo de mil ojos
de lanzas y tambores.
La vegetación agobia,
los animales diminutos entre la ropa,
los animales enormes roncando invisibles.
El embrujo revienta tímpanos,
el hechizo corroe las espadas.
1492
Regresa, marino, regresa
con tu verga y sarampión,
tu cruz y tus maleantes,
aquí no hay oro.
No dejen que mire las tetas adolescentes,
el fruto Caribe de su entrepierna.
Déjenlo en su retorno de su escorbuto y maloliencia,
ha probado la sangre en las islas
el poder de su espada,
el miedo a su rostro.